La mejor solución para las necesidades de accesibilidad y conformidad de su sitio web está a un clic de distancia.

¿Cómo protegemos su negocio?

Una de las mayores inquietudes de nuestros clientes es asegurarse la protección/inmunidad frente a demandas judiciales por accesibilidad insuficiente o deficiente en sus sitios web. Quienes acuden a nosotros para solicitar servicios de accesibilidad digital esperan, justificadamente, estar seguros de que el servicio por el que pagan les librará de reclamos y demandas judiciales en este ámbito.

Aquí es el lugar para poner orden, definitivamente, con respecto a este temor y explicar en términos claros y sin ambigüedades lo que se debe temer y lo que no, y lo que es más importante: lo que se debe hacer para librarse de esa amenaza para siempre.

Nuestro objetivo no es ayudar a nuestros clientes a hacer frente a las demandas. Nuestro objetivo es asegurarnos de que no sean demandados en primer lugar.

Cómo lo logramos? A través de un paquete de servicios a niveles complementarios: 1) Proveemos al sitio con los ajustes de accesibilidad exigidos por la ley de forma exhaustiva y profesional; 2) Dotamos al sitio de una declaración de accesibilidad adecuada; 3) Proporcionamos al sitio un servicio de mantenimiento continuo a través de nuestros avanzados sistemas de seguimiento y control para detectar y corregir posibles lagunas de accesibilidad; y 4) Proporcionamos apoyo y soporte técnico adecuado e inmediato en caso de cualquier reclamo relacionado con la accesibilidad en el sitio. Sencillo, directo y práctico.

Lo cierto es que si usted se ocupó de dotar a su sitio web con ajustes de accesibilidad realizados por un proveedor de servicios calificado y confiable y se aseguró de que en el sitio apareciera una declaración de accesibilidad adecuada, las posibilidades de que lo demanden son infinitesimales. Es un hecho al que la mayoría de los actores del sector intentan restar importancia, ya que la «protección frente a demandas» es un gran eslogan y una excelente palanca para cobrar pagos adicionales del cliente.

En la práctica, si su sitio web se ha diseñado para ser accesible, nadie puede demandarle por meros defectos de accesibilidad sin previo aviso. Lo que la ley permite a una persona con discapacidad que se encuentre con un problema de accesibilidad en un determinado sitio web, es ponerse en contacto con el sitio web con los detalles del problema y exigir su reparación, en cuyo caso el sitio web dispondrá de un plazo de 60 días para examinar el reclamo y, si lo considera fundamentado, solucionarlo. Sólo al expirar el plazo sin una respuesta adecuada se hace efectivo el derecho a seguir adelante y presentar un recurso judicial.

Al mismo tiempo, la ley exige que el sitio web muestre en el mismo una «declaración de accesibilidad» con información sobre la accesibilidad del sitio web, las medidas de accesibilidad física en la propia empresa (la tienda/oficina/clínica/estudio, etc.) y el contacto para consultas sobre cuestiones de accesibilidad (o el coordinador de accesibilidad designado a tal efecto). Sin embargo, y aquí está la «trampa» del asunto, a diferencia del caso de las supuestas lagunas de accesibilidad en el sitio web, la ley (o más bien una posible interpretación de las disposiciones legales pertinentes) no exige una notificación previa antes de presentar una demanda y esa «omisión» en la ley es, por desgracia, comúnmente explotada por demandantes en serie. Estos, lejos de preocuparse por atender a los derechos de las personas con discapacidad, tienen como único objetivo la sanción económica.

La experiencia demuestra que la inmensa mayoría de las demandas en este ámbito se han interpuesto cuando faltaba por completo una declaración de accesibilidad o cuando se hacía caso omiso de las notificaciones previas de las deficiencias en materia de accesibilidad. En otras palabras, ¡quien se preocupó de dotar a su sitio web de los ajustes de accesibilidad adecuados y de una declaración de accesibilidad apropiada, sencillamente no fue demandado!

Además, la experiencia demuestra que el motor de muchas demandas por accesibilidad digital no son personas con discapacidad, sino abogados que rastrean la web en busca de sitios web sin una declaración de accesibilidad adecuada y/o sin ajustes de accesibilidad y los demandan sin previo aviso, con el objetivo específico de extorsionar un pago contra la retirada de la demanda.

No afirmamos que los sitios web accesibles estén libres de errores o sean inmunes a las quejas. Al contrario, la accesibilidad de los sitios web es un campo tecnológico dinámico y, exactamente como en cualquier otro campo, se producen fallas. Pero hay una enorme distancia entre eso y una situación en la que uno se vea obligado a enfrentarse a una demanda, y una conducta responsable por parte del propietario del sitio web puede incluso hacerlo intransitable. Nuestro paquete de servicios permite al cliente hacer precisamente eso y, por lo tanto, dormir tranquilo.

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